
Dentro de mi sueño reinaba la envidia y los cocos efímeros, hatsumomo y hatsumimi se arreglaban el pelo de chochomonas mientras que a mamita no le salian las cuentas en su ábaco y discutia con lady gaga de mingo porque le debía dinero. El olor a pescailla de hatsumomo era muy penetrante e irritable y un susurro en el aire decía :" la envidia vive dentro del placer"
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