18/11/09
1 de Diciembre
Una noche de luna llena, johanna ve desde su ventana el esplendoroso jardín que se presentaba delante de su casa. Le llamó la atención aquel reflejo causado por numerosos colores, fruto de las flores alumbradas por la luz de la luna y ese olor tan intenso surgido de la combinación de todas ellas.
No se pudo resistir, bajó con extremo cuidado por las escaleras para que no la oyeran, abrió la puerta un poco chirriante y salio con con su abrigo aterciopelado de color azul marino, cubriendo su cara con una enorme capucha.
Le gustaba aquel ruido que provocaban sus botines con el choque de las piedras del camino a seguir. Caminaba lento y embriagada por aquel paraíso natural. Casi no sentía el frío de la noche de diciembre y cantaba canciones que se le venían a la cabeza.
Pero algo le llamaba su atención, un halo rodea la luna, algo aparentemente sin importancia que la inquietaba por dentro. Es la primera vez que veía algo parecido, resultaba inusual y desconocido, y eso le causaba miedo. Decide acercarse al puente ,el cual no estaba muy lejos de allí y comunicaba los dos extremos de un gran río que atravesaba la ciudad.
A medida que se acercaba al puente mas asustada se sentía. Cuando allí se hallaba pudo ver un gran resplandor reflejado en el agua, tenia forma humana y alargada. Aunque fue momentáneo, pudo ver como se trataba de una gran figura luminosa caminando por el puente. Al reaccionar una gran tristeza la invadió, sin razón alguna , algo la hizo llorar y sentirse apenada por un dolor sin causa.
Cuando se dio cuenta juntos a sus pies se hallaban plumas negras parecidas a las de un cuervo y hollín como si alguien hubiera hecho una fogata enorme.
Nada tenia pies ni cabeza pero no era algo normal lo que le hacia sentir los hallazgos de ese día. Sin pensárselo dos veces decide regresas a su habitación, descansar y olvidarse de todo. Pero como si de una persona se tratase uno de los arboles de los alrededores describe un movimiento parecido a un saludo o a un adiós. De definitivamente decide correr con todas sus fuerzas y no volver a desobedecer la norma de no salir de casa de noche.
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